República Dominicana, la segunda isla más grande del Caribe, es uno de los destinos turísticos más visitados por sus playas de finísima arena blanca y aguas de intenso color turquesa, por sus largos arenales poblados de cocoteros, por la calidez de su gente, por la música alegre y animada vida nocturna. Siendo uno de los principales centros mundiales para el windsurf y el kitesurf, sus privilegiadas costas también ofrecen unos fondos marinos con una transparencia y biodiversidad espectacular. Todo ello, hace de República Dominicana uno de los destinos favoritos del mundo.
Tan variada y colorida como su tierra misma, así es la cultura dominicana, un legado de razas que dio lugar a la base fundamental de la identidad cultural y social del pueblo. En la composición cultural de República Dominicana intervienen las influencias de los grupos étnicos que se mezclaron en esta isla: europeas, africanas y, en menor grado, indígenas; también en las expresiones artísticas, música, la gastronomía, la artesanía, el deporte, la religión, entre otros aspectos, que conforman la identidad del pueblo dominicano.
Cuando se habla de ritmo contagioso y baile sin duda se debe hacer mención al dominicano y a su merengue. El merengue es un baile folclórico que muchos consideran como el baile nacional dominicano. Es imposible pasar por estas tierras y no contagiarse de su música y su baile. El merengue forma parte del pueblo ya que constituye una forma de expresión para éste. Es suficiente llegar al aeropuerto o salir a la calle para sentir las vibraciones de esta música que pasa de generación en generación.
El origen de la palabra merengue se remonta a la época de la colonia y proviene del vocablo muserengue o tamtan mouringue, nombre que se daba a los bailes entre algunas de las culturas africanas que, traídas desde las costas de Guinea, llegaron a la costa atlántica colombiana y venezolana.
Durante el invierno el Malecón de Santo Domingo es conocido como la discoteca más grande del mundo ya que durante el mes de diciembre se celebran las fiestas navideñas a ritmo de merengue y donde el pueblo cada noche se desencadena con este baile. Lo mismo durante el mes de Julio donde se celebra el Festival del Merengue en Santo Domingo, el cual se extiende hasta la ciudad de Boca Chica y en Octubre en Puerto Plata con los mejores representantes del merengue y grupos de baile folclórico. Gracias a las miles de agrupaciones que interpretan este tipo de música el merengue es reconocido y bailado a nivel internacional ya sea por orquestas nacionales o extranjeras. Otros ritmos menos conocidos en el extranjero pero que al igual que el merengue son considerados una forma de expresión de su pueblo son la bachata y ?el perico ripiao? este último popular sobretodo en la región norte del país.
En cuanto a la gastronomía, el país posee una rica y multifacética cultura culinaria, producto de esa misma fusión, la cual posteriormente también fue salpicada de la cocina de otros lugares del mundo, dando lugar a una comida de deliciosos sabores y olores, como es la dominicana.
Debido a la condición insular y a la tradición agrícola y ganadera de esta tierra, los ingredientes principales del menú dominicano son el arroz, las carnes, los frijoles, los víveres y vegetales, así como los pescados y mariscos y otros, que dan forma a las recetas que adornan las mesas del país diariamente.
El plato emblemático es llamado la “bandera”, compuesto por arroz blanco con habichuelas rojas (frijoles), acompañados de una porción de carne (de res o pollo) y una ensalada o tostones (rodajas de plátanos verdes fritos), menú que cotidianamente se sirve de almuerzo. A este le siguen el moro y el locrio. Continúan la lista apetitosos guisos y caldos, como el sancocho, denominado “plato nacional”, también el asopao, el chivo guisado, y otros como el mangú (plátano verde, hervido y majado), los pastelones, los pasteles en hoja, los chicharrones de pollo o de cerdo y un sinfín de opciones.

En el aspecto de la artesanía, el país presenta una rica manifestación artística que conjuga una variedad de técnicas, contenidos y tradiciones, predominando una infinidad de objetos, entre ellos, aquellos elaborados con motivos taínos; mientras que en la joyería están los de ámbar, larimar, hueso, cuernos y jícara de coco; también el barro, la porcelana, la madera, el cuero, la cabuya, el guano, sirven de base para elaborar los artículos y las figuras más diversas, tanto personales, decorativas, de uso doméstico, religioso y que, a su vez, son de una gran vistosidad.

“La pelota”, como se le llama popularmente, llegó a República Dominicana en la última década del siglo XIX. Los equipos profesionales se organizaron a principios del siglo XX y se presume que el béisbol de mejor calidad en el Caribe se ha jugado en esta isla.
Sobre el aspecto de la religión, en República Dominicana existe libertad de culto, pero la mayoría de la población es cristiana, principalmente Católica, seguida por los evangélicos, siendo el grupo más creciente, y otros pertenecientes a distintas creencias.

No hay comentarios:
Publicar un comentario